LA CALIFICACIÓN CREDITICIA
La calificación crediticia es una evaluación objetiva y profesional de la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a tiempo.
Ésta es realizada por agencias especializadas, en base en una serie de factores, incluyendo la historia financiera de la empresa, su estructura de capital, flujos de caja y situación económica.
Las calificaciones crediticias son importantes para las empresas, ya que influyen en su costo de financiamiento y en su acceso a nuevos inversores y mercados de capital.
Una calificación alta indica una mayor confianza en la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras, lo que puede resultar en un costo más bajo de capital y una mayor accesibilidad a financiamiento adicional.
Por el contrario, una calificación baja puede hacer que sea más difícil para la empresa obtener financiamiento a un costo razonable y puede aumentar su riesgo de incumplimiento. Por lo tanto, es importante que las empresas monitoreen y mantengan su calificación crediticia lo más alta posible.
Las agencias de calificación crediticia suelen clasificar a las empresas y los valores en una escala de calificaciones, con letras que van desde «AAA» hasta «D». Algunos de los tipos más comunes de calificaciones son:
- «AAA» a «AA»: Calificación alta, significa que la empresa es considerada muy segura y probablemente cumplirá con sus obligaciones financieras a tiempo.
- «A» a «BBB»: Calificación media, lo que significa que la empresa es considerada relativamente segura, pero puede enfrentar algunos obstáculos financieros.
- «BB» a «B»: Calificación media-baja, significa que la empresa es considerada de riesgo y puede no cumplir con sus obligaciones financieras a tiempo, ya que se enfrenta a la exposición a negocios adversos, condiciones financieras o económicas que podrían llevar a que la entidad no tuviera la capacidad suficiente para cumplir con sus compromisos financieros.
- «CCC» a «C»: Calificación muy baja, lo que significa que la empresa es considerada muy inestable y es probable que no cumpla con sus obligaciones financieras.
- «D»: Calificación de incumplimiento, lo que significa que la empresa ha dejado de cumplir con sus obligaciones financieras y está en default o incumplimiento.
Es importante tener en cuenta que estos son solo ejemplos generales y que las agencias de calificación crediticia pueden tener diferentes escalas y criterios para determinar las calificaciones.
En conclusión, la calificación crediticia es un factor clave para la salud financiera y la estabilidad de una empresa y debe ser monitoreada de cerca para garantizar su éxito a largo plazo.
Enrique Rodenas – Director Financiero y de Personas en Alberta Norweg